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En una de las remontadas más milagrosas de los últimos tiempos, el RCD Espanyol rompió de una vez por todas su eterna maldición fuera de casa (2-3). Contra un Eibar superior que perdonó por momentos una goleada, el equipo espanyolista venció a domicilio por primera vez desde el pasado 5 de octubre. Una auténtica remontada de ascenso que calma, de momento, las aguas revueltas en Barcelona.
En el que parecía el enésimo descalabro a domicilio esta temporada, el Espanyol saltó a Ipurúa como si no fuese consciente de la importancia del partido que estaba por disputar. Era una oportunidad única para recortar distancia contra un rival directo por el ascenso, una ocasión como ninguna para romper la sonrojante maldición del equipo a domicilio.
Los armeros apostaron por su versión más ofensiva desde el pitido inicial aprovechando las continuas concesiones defensivas del Espanyol. Se aprovecharon del gran estado de forma de un incisivo Stoichkov, que hacía temblar a los blanquiazules cada vez que se internaba por banda como un auténtico puñal. El Espanyol, con un planteamiento puramente especulativo contra uno de los equipos mejor preparados del campeonato, no iba a tardar en recibir su castigo.
A escasos minutos del descanso, una pérdida de un desacertado Pere Milla propició una rápida transición del Eibar. El balón terminó en las botas de Jon Bautista, que rompió por completo a Víctor Ruiz para definir cruzado con la zurda delante de Pacheco (1-0). Los armeros se ponían por delante, aunque no se amedrentaron en busca del segundo tanto.
Tras el descanso, el Espanyol pareció mostrar síntomas de una tímida reacción que apenas duró los primeros minutos. El equipo volvió a ser superado por el Eibar, que se sacudió de la presión espanyolista en busca de ampliar su distancia. Primero Stoichkov avisó con un potente disparo al poste. Unos minutos después, una pérdida de Martin Braithwaite acabó en los pies de Nolaskoain, que mandó un tremendo latigazo desde fuera del área para ampliar la distancia en el marcador (2-0).
El Eibar decidió complicarse de más cuando tenía todo a su favor para acabar el encuentro en una goleada. Un absurdo penalti cometido sobre Salvi Sánchez acabó siendo transformado por Braithwaite, que no falló delante de Zidane (2-1).
El equipo entró de repente en un estado de éxtasis donde se abonaron a una épica impensable en los últimos minutos. Un centro de Salvi Sánchez en el tiempo añadido que no remató nadie acabó colándose milagrosamente dentro de la portería rival (2-2). Cuando parecía que el partido se cerraba en un empate, una alocada en la última ocasión del encuentro contra acabó siendo culminada por un Jose Lazo que se convirtió en el héroe espanyolista (2-3). Una remontada impensable pero que sirve para clarificar el camino hacia el ascenso.
